Loli Pardo, Interiorista Comercial
A todos los proyectos que hacemos les cogemos mucho cariño, a cada uno por algo distinto. A veces porque el tipo de negocio a diseñar nos gusta mucho, como ocurrió con la Clínica Dental Esteve Bernabéu. Otras porque los promotores del proyecto son increíblemente encantadores, como los del Restaurante-Pizzería La Mesita y otras veces porque las circunstancias nos ponen a prueba y nos hacen crecer. Este es el caso de la fachada del Restaurante La Sirena.
Tengo mucho que contarte sobre este proyecto y no puedo hacerlo sólo en un artículo así que he dividido el post en 2 partes. Cuando termines de leer éste, te recomiendo seguir con Análisis de la fachada del Restaurante La Sirena – Parte 2 parte para comprender el proyecto por completo.
Era febrero de 2020 cuando comenzamos a trabajar en este proyecto. Todo era perfecto: un negocio con mucho nombre y recorrido, unos clientes con muchas ganas de hacer algo distinto que les ayudara a reposicionarse, y una ubicación ideal en nuestra ciudad.
Estado inicial de la fachada del restaurante.
No sé decirte ahora mismo cuántas veces he pasado por delante de este restaurante y he pensado “qué ganas de diseñar esta fachada”. Pero si te digo que todos los días paso por allí con el coche para ir de casa a la oficina, puedes hacerte una idea de cuánto deseaba “meterle mano” a este negocio.
El jueves 12 de marzo tuvimos la segunda reunión con los clientes y ya tocaba comenzar con la búsqueda del concepto para seguir con el diseño y, de repente, … nos confinan por el coronavirus.
De esta parte de la historia cada persona del planeta tiene su versión y la verdad es que, en cuanto a lo personal, la mía es buena. Sin dramas, sin dolor, sin pérdidas. Un confinamiento con un niño de 4 años ayuda a mantenerse ocupada y que el tiempo pase rápido. Pero bueno, no me voy a liar a hablar de confinamientos, que esto es un post de análisis y me enrollo, jeje.
Dos negocios, la misma fachada
Trabajar la creatividad para un proyecto estando encerradas en casa fue difícil. Las videollamadas ayudan, pero no es lo mismo que estar en el estudio codo con codo. Con las reuniones con los clientes pasa lo mismo. En ese momento no estábamos acostumbradas a las reuniones online y explicarle al cliente el concepto, mostrarle los primeros bocetos, etc. sin estar delante de ellos, sin poder escribir en en papel, se hizo difícil y esto es lo que nos hizo mejorar y crecer.
«El reto estaba en mostrar las dos marcas, con sus propios colores, sus propias formas y sus propios valores y hacerlo sobre el mismo lienzo.»
Ahora que ya te he puesto en contexto y entiendes por qué le tengo especial cariño a este proyecto, voy a contarte el resto.
La Sirena es un grupo de 4 negocios relacionados con la restauración. Dos de estos negocios están ubicados dentro del mismo local. Mismo local, misma fachada, misma cocina pero dos conceptos de negocio distintos que mis clientes querían diferenciar con claridad.
Colores y logos de los 2 negocios integrados en el local.
Por un lado, La Sirena Restaurante, muy conocido por sus mariscos, sus arroces, las 100 recetas de alioli (una salsa típica de la gastronomía mediterránea, con base de ajo, huevo y aceite) y un buen hacer en la cocina que merece una estrella Michelín.
Por el otro, La Barra de La Sirena, una prolongación del restaurante, donde se pueden degustar platos del mismo nivel que en el restaurante disfrutando de una experiencia diferente.
Creatividad y concepto de diseño
Después de la primera reunión con nuestros clientes y de mucho trabajo creativo, llegamos a varios conceptos, el primero, el del exoesqueleto. El exoesqueleto es la parte externa que recubre, protege y soporta el cuerpo de los animales artrópodos como los crustáceos. La relación entre este concepto y el de una fachada nos pareció muy interesante ya que la fachada también recubre y protege el interior de un local.
El segundo concepto lo encontramos cuando trabajamos la parte de diferenciar los dos negocios (la barra y el restaurante) pero manteniéndolos relacionados. Lo llamamos bisexualidad gastronómica.
El reto estaba en mostrar las dos marcas, con sus propios colores, sus propias formas y sus propios valores y hacerlo sobre el mismo lienzo… y nos encontramos con el Hombre de Vitruvio, el dibujo con el que Leonardo da Vinci estudió las proporciones del cuerpo humano a través de un hombre en dos posiciones: con brazos y piernas abiertas la figura está inscrita en una circunferencia y con brazos y piernas cerradas, en un cuadrado.
Ideas que van surgiendo mientras trabajamos.
Teniendo claro la esencia de las dos marcas y cómo representar cada una, nos ponemos a bocetar en papel. Las curvas van a representar al restaurante, sus platos más creativos, cocinados a fuego lento, emplatados con arte y vinculados al mar. Las líneas rectas representan a la barra, que ya tenía el símbolo cuadrado en el logo y representa lo terrenal, lo más fácilmente alcanzable para el ciudadano medio.
Concepto de diseño.
Colores, formas y materiales
Los colores también tenían que aliarse con las formas y los materiales para formar parte de esta historia y encontramos la forma de hablar de tradición con el color cobre. Ese cobre de los cazos y ollas que los romanos ya utilizaban por ser un material que distribuye el calor a la perfección, ayudando a resaltar los sabores de los platos, ese tenía que ser el color principal.
Mapa mental como resumen de nuestras ideas.
Como colores secundarios, los grises y blancos siempre son buenos aliados para ayudar a contrastar y potenciar el resto, pero deben estar bien argumentados para formar parte del proyecto. Así que definimos un gris algo oscuro con tonos azulados que representan el mar y otro tono más clarito, casi blanco para contrastar.
Del resultado final de este diseño he oído muchas versiones. Es lo que tiene hacer un proyecto en tu ciudad, todo el mundo que te conoce te da su opinión, jeje. Entre las versiones más destacadas me han dicho que es una ola chocando contra el casco de un barco, un pez saltando en el agua, e incluso alguien me dijo que veía las escamas de una sirena (cuando todavía no estaba puesta la tapadera de la caja de luz que envuelve la puerta y se veían todas las pastillas de led).
Render de la fachada.
Me encanta que cada persona tenga su visión y su propia lectura, sobre todo si todas están relacionadas con lo mismo: el mar, el producto principal del restaurante, su esencia. No es mi intención que un concepto se entienda de manera literal, creo que eso lo haría menos atractivo. Lo que me gusta es que se paren delante de la fachada a analizarla, a intentar entenderla, a disfrutarla.
Aún me quedan varias cosas interesantes de las que hablarte, que estoy segura que te van a gustar: como, por ejemplo, de la terraza. En el post Análisis de la fachada del Restaurante La Sirena – Parte 2 te hablo de ellas y de cómo fue la ejecución de la obra, además de explicarte cómo resolvimos los elementos más peculiares del proyecto.
En este segundo post verás fotos del proyecto final acabado. Si quieres ver todas las imágenes de cuál fue el resultado final, puedes visitar la página de proyecto de este negocio en nuestra web.
Antes de irte, dime: ¿qué te sugiere a ti el diseño de esta fachada? Puedes dejar tu opinión aquí abajo 👇 en los comentarios, estaré encantada de leerte.
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