No hace mucho, el chef español José Andrés fue noticia por haber recibido de la mano de Obama la Medalla Nacional de Humanidades 2015, no sólo por ser un gran cocinero, también por, según palabras del propio presidente de los EEUU, «educar nuestros paladares y dar forma a nuestra cultura. Ha introducido nuevos y vibrantes ingredientes para nuestra nación, ya sea a través de sus técnicas innovadoras en la cocina, su trabajo en tecnología de limpieza de la cocina y el acceso a la educación, o la inspiración que ofrece a los nuevos americanos».

Voy al grano con lo que me interesa de esta noticia: José Andrés no sólo trata de aportar ingredientes, etc. a la cocina estadounidense, lo que está haciendo y muy bien, es dar valor a la marca España, de hecho, en 2013, fue nombrado Embajador Honorario de la Marca España. Y ¿por qué nos interesa esto a nosotros? Pues porque hoy vamos a aprender mucho sobre “hacer marca” y, sobre todo sobre mobiliario, analizando el restaurante Jaleo en Washington D.C., rediseñado por el estudio Capella García. Este restaurante es una representación de España en cuanto a la cocina se refiere, pero también lo es en cuanto a diseño e historia. En cada rincón del local puedes encontrar detalles que te trasladan a nuestro país, desde toreros y sevillanas hasta botijos, todos los tópicos que nos simbolizan pero de una forma elegante, sin llegar a la vulgaridad. El local se divide en 3 ambientes diferenciados por el mobiliario y los revestimientos. La zona de entrada es la más fresca y dinámica. El espacio alrededor de la barra acompañado con mesas altas y taburetes y la tercera zona, más tradicional con las clásicas mesas dado y pequeños reservados en los ventanales. Según los autores del proyecto “Jaleo es una palabra española que significa juerga, diversión, alboroto, bullicio… Es algo positivo, festivo, simpático. Este es el objetivo del interiorismo del nuevo restaurante”. ¿Y esto cómo se hace? Porque es muy fácil llenar un bar de banderitas rojas y amarillas y cabezas de toros en las paredes, pero no era esto lo que quería José Andrés. Tampoco quería ser sutil, porque lo que ha hecho el estudio de Juli Capellá no es salpicar delicadamente con la marca España. Han inundado el restaurante de la esencia de la nación y le han dado un toque muy atractivo y extravagante… al fin y al cabo, los españoles somos así, ¿no? 😉 Cuentan que fue el propio chef el que puso como condición que todo el local estuviera diseñado con piezas españolas y así fue. El mobiliario, la iluminación, los revestimientos, la decoración… son piezas de diseñadores españoles y fabricados en España.

Empezando el análisis por la entrada al restaurante ya podemos ver una pequeña muestra de lo que nos espera en el interior. Botijos, botas y porrones forman parte del “pequeño” escaparate. El resto de la fachada lo componen grandes ventanales que dejan ver el “jaleo” del interior. Y por si esto fuera poco llamativo, el “cartel” lo componen grandes letras en color rojo (español), retroiluminadas, ¿se te ocurre algo más escandaloso?

Ya en el interior, podemos ver cómo una envolvente de tonos neutros ayuda a que destaquen algunos elementos del mobiliario y la decoración. Además del colorido mobiliario, en tonos rojos y amarillos, podemos ver otros elementos típicos de la geografía nacional, como las cortinas de canutillos de madera elaboradas por Germanes García, o la baldosa hidráulica, fabricada por Huguet, ambos diseñados por el estudio Capellá García para esta ocasión. En la imagen de arriba puedes ver las luminarias Slim de Vibia, las sillas Tea de Sancal (diseñadas por Estudi{H}ac) y el banco corrido tapizado con tejidos de Kvadrat. El diseño de la contrabarra es tan sencillo como espectacular y es que, el artista visual Daniel Canogar ha dejado su huella en este local con tres de sus fotografías: Enredos, Zero Gravity y Jump. La barra, rematada con una bancada de Silestone color Toffee, está acompañada de los taburetes Lottus de Enea y cubierta con los paneles acústicos Tea de Sancal. Podemos ver cómo han solucionado el problema de encontrarse un pilar en mitad de la barra (si no puedes hacerlo desaparecer, haz que forme parte del diseño), con una serie de palabras relacionadas con las comidas y bebidas típicas españolas.

En una vista más amplia de la zona más tranquila del local vemos de nuevo una fotografía de Daniel Canogar vistiendo una de las paredes, acompañada de otra obra de arte, en este caso una cabeza de toro de Mikel Urmeneta (fundador y exdirector creativo Kukuxumusu) Esta zona está amueblada con las mesas-futbolín, diseñadas por el propio José Andrés, partiendo de los futbolines de la marca Rs-Barcelona, los taburetes Vespa Cavallet, diseñados por Emiliana Design Studio y las luminarias Booklamp, de Lujan+Sicilia y diseñadas por Martí Guixé y personalizadas con bosquejos representativos de nuestro país. Estas piezas de mobiliario son una muestra clara de la creatividad desprendida a la hora de amueblar el restaurante. ¿Os habéis fijado en la vajilla que hay encima de las mesas? Es exactamente igual a la que tenía mi abuela en su casa 😀 Coger elementos cotidianos y superfluos de la vida de los españoles y convertirlos en objetos indispensables para poder disfrutar de unas buenas tapas, eso es creatividad.

En esta zona también encontramos las sillas Green chair de Mobles 114, diseñadas por Javier Mariscal y el banco Twone de Ziru, diseñada por Francesc Rifé.

«El mobiliario, la iluminación, los revestimientos, la decoración… son piezas de diseñadores españoles y fabricados en España.»

En los espacios que quedan entre los pilares han creado atmósferas distintas a la del resto de esta zona utilizando mobiliario distinto y revestimientos o elementos decorativos distintos. Me refiero a las cortinas de canutillos y al revestimiento de fibra de coco natural que envuelve los pilares, producido por Masvalls. También podemos ver el asiento El de Ziru, diseñada por Francesc Rifé.

El resto del mobiliario que me queda por destacar y que se encuentra repartido por todo el local son las famosas sillas Nub de Patricia Urquiola, las mesas dado formadas por la base Plaza y el sobre Top Sp40, producido por Andreu World, las mesas redondas de Ziru modelo Ema, también diseñada por Francesc Rifé y la luminaria Agatha de Luzifer, diseñada por Luis Eslava. En la imagen de arriba podemos ver también cómo han utilizado las cortinas de Kriskadecor en color rojo para separar ambientes.

Y ya para terminar, si te pasa como a mí que, cuando estoy en un restaurante o bar que me ha llamado la atención por su diseño, no puedo dejar de visitar los baños (que es un rincón a veces olvidado), aquí puedes verlo. Si el baño también lo han diseñado con mimo, puedes encontrar sorpresas como esta. Otra obra de arte de Daniel Canogar “armando jaleo” y azulejos modelo Cactus de Vives Cerámica y Gres. Una buena guinda para este pastel que es el restaurante Jaleo en Washington D.C.   ¿Qué te ha parecido este restaurante? Es todo un máster en cuanto a aprendizaje sobre mobiliario y diseño español, ¿no crees?