Entrevista a Carlos Rubio, director de Imadde Insenia

Loli Pardo Interiorista Comercial y autora del blog de www.marcandoladiferencia.com.
Loli Pardo, Interiorista Comercial
Con el post de hoy comienzo el apartado de entrevistas que hace tanto tiempo tenía en mente empezar y que espero te aporte tanto al leerlas como a mí al hacerlas. Estar en contacto con otros profesionales del sector es una de las mejores formas de continuar creciendo y aprendiendo sobre esta profesión y siempre resulta muy motivador. El enfoque que voy a darle a estas entrevistas va a ser siempre pensando en ti, que quieres especializarte en Interiorismo Comercial, o has empezado en este mundillo recientemente y quieres conocerlo desde dentro, desde el punto de vista de esos profesionales que llevan a sus espaldas proyectos reales, de los que vas a encontrarte en tu día a día. Para comenzar con esta serie, hoy te voy a presentar a Carlos Rubio, Director de Imadde Insenia y socio fundador del estudio CeroEspacio… o mejor aún, voy a dejar que se presente él mismo.
Carlos Rubio, Director de Imadde Insenia y socio fundador del estudio de interiorismo CeroEspacio.

Sobre Carlos Rubio…

Háblanos un poco de ti, Carlos: tus estudios, tu recorrido profesional, tus primeros proyectos… Fui un jovencito de “cara B”. Me explico: nada de fútbol, nada de videojuegos. Lo mío era la música y el teatro, el dibujo y la pintura. Cuando terminé el bachillerato en el Liceo Francés de Madrid me matriculé en Ciencias Económicas en la Universidad Carlos III, pero no aguanté más de 4 meses. Me aburría mortalmente. Conocí por casualidad la Escuela de Artes Decorativas de Madrid, hoy desaparecida, y me enamoré inmediatamente de los trabajos de los alumnos expuestos en los pasillos. Desde el primer momento entendí que era una disciplina creativa y técnica a partes iguales en la que podría encajar perfectamente. De aquello han pasado 23 años, y sigo enamorado de mi profesión. De vocación ¿profesor o proyectista? Profesor y diseñador al 50%. Dado que mi primer empleo fue en la misma escuela en la que estudié puede decirse que no he conocido una actividad sin la otra. Para mi, dar clase al menos una vez por semana fue lo natural durante años. No obstante, desde que fundé mi propio proyecto educativo IMADDE INSENIA, me dedico más en la formación que a la redacción de proyectos, que he delegado en mi socia Ana Hernández, Directora de Proyectos de EstudioCeroEspacio. Pero no pierdo contacto con lo que se hace en el estudio. Me gusta estar al día de todo lo que ocurre con los proyectos. En CeroEspacio diseñáis tanto viviendas como negocios y también ofrecéis servicios de decoración ¿cómo explicarías la diferencia que existe entre un decorador y un interiorista? Creo que más que diferenciar entre decorador e interiorista deberíamos diferenciar entre proyectos de decoración y proyectos de interiorismo. Nosotros hacemos ambos. Puestos a escoger, disfruto mucho más haciendo interiorismo que decoración, pero hay que darle a cada espacio y a cada cliente lo que necesita. En cuanto a las diferencias, la decoración consiste en embellecer un espacio preexistente sin modificar sustancialmente su estructura ni su volumetría, mediante la simple adición de revestimientos, mobiliario, iluminación y elementos de decoración con una intención principalmente estética. El interiorismo trabaja en una reinvención más profunda del espacio y su relación con el usuario y el entorno. El proceso creativo viene derivado de una estrategia más global que incluye todos los condicionantes, funcionales, legales, ambientales, económicos, y por supuesto también estéticos. Dicho de otro modo, la decoración es embellecimiento, y el interiorismo crea desde cero espacios bellos, pero también funcionales, ecológicos, rentables, saludables y sostenibles.
Carlos Rubio en una de las aulas de Imadde Insenia.
Carlos Rubio.
Como profesional del sector, ¿qué cualidades y capacidades crees que necesita un Interiorista? Hay capacidades que se dan por hecho, para esta actividad y para cualquiera: la capacidad de trabajo, el rigor, el compromiso con tu proyecto y con tu cliente. Pero si he de destacar una más específica diría LA CURIOSIDAD. El interiorista debe sentirse perpetuamente atraído por todo lo que lo rodea, y en constante actitud de aprendizaje. Debe ser una esponja y emocionarse con cada nuevo descubrimiento. Le interesa todo: la historia, la tecnología, el arte, la construcción, la psicología, las técnicas de venta, etc… Cada nuevo encargo le exige ponerse las pilas en un tema nuevo y desconocido. Hoy diseña una pescadería y debe saberlo todo sobre la conservación del producto fresco, y mañana rehabilita una vivienda en un edificio protegido y tiene que estudiar la arquitectura y las técnicas constructivas de su época. Y como profesor, ¿qué carencias suelen tener vuestros alumnos cuando comienzan sus estudios en Imadde Insenia? Por lo general traen importantes bloqueos creativos, y no dejan de preguntar “¿Pero esto se puede hacer?”. El proceso creativo se aprende y se estimula. Existen numerosas técnicas que pueden ayudarnos a crear de una forma más libre. En la primerísima fase de desarrollo del proyecto lo más importante es saber romper estos bloqueos para poder llegar más allá de lo evidente, e impedir que los condicionantes más limitativos se conviertan en un muro infranqueable. Eso es lo que más les cuesta.

Sobre Interiorismo Comercial…

Zona común y decoración de Imadde Insenia.
Zona común Imadde Insenia.
Si hablamos de Interiorismo Comercial, ¿cómo crees que debe ser el diseño de un negocio para que obtenga los mejores resultados? Todo diseño comercial debe ser estratégico. El objetivo marcado, sea el que sea, debe pesar mucho más que otros aspectos tradicionales del proyecto, como puedan ser la estética o el estilo decorativo. Los negocios deben ser rentables, o dejan de ser negocios. Por desgracia las revistas de diseño están llenas de cadáveres, negocios que nacieron muertos o murieron prematuramente. Otros no parecen haber sido diseñados por nadie en concreto, ni formarán nunca parte de la historia del diseño, pero perduran durante más de 20 o 30 años. Ese es el verdadero éxito de un buen diseño: que funcione anónimamente, sin que se note. Para conseguirlo, el interiorista debe aparcar el ego y tener claro que trabaja para mayor gloria de su cliente, y no de si mismo. ¿Cuáles han sido las mayores dificultades a la hora de enfrentarte a un proyecto de Interiorismo Comercial? Lo más complicado es cumplir con la normativa, cada vez más abundante, complicada, y a veces absurda impuesta por cada una de las administraciones, y de obligado cumplimiento seas una super-empresa de un millón de empleados o una mini-pyme de dos. A veces te preguntas cuál será el verdadero propósito de ciertas normas, y ves manos negras y propósitos oscuros en todas las trabas y zancadillas que nos ponen aquellos que deberían trabajar para ayudarnos y que realmente se dedican a entorpecer. ¿Quieren que mejore la economía? ¡Simplifiquen la normativa y ayuden al pequeño empresario en sus iniciativas! ¿Qué proyectos destacarías de toda tu carrera profesional? Destacaría principalmente dos: el más grande y el más pequeño. El más grande fue un restaurante de 3500m2 que me encargaron a los 40 días de terminar la carrera. No me lo podía creer. Fueron 5 meses de trabajo intenso y solitario, pero muy satisfactorio. El más pequeño fue una vinoteca en Oviedo, Thyrsus, aún en funcionamiento después de más de 12 años, de solo 17m2 con todo (aseos de señoras y caballeros, zona de barra, mesas, almacén, etc…) Fue gran reto del que aún me siento orgulloso. ¿Cómo es tu método de trabajo como Interiorista? ¿Sigues un proceso ordenado y meticuloso o, más bien, vas sobre la marcha y te dejas llevar por cada proyecto? ¿Es esto lo que enseñáis a los alumnos de Imadde Insenia? Yo soy caótico, como mi trabajo es ordenado. Todo comienza con un exhaustivo programa de necesidades, redactado codo con codo con el cliente. Después viene la fase creativa y libre, en la que procuramos tener la máxima independencia y trabajar mucho con el subconsciente. Pero el resultado no serviría de nada sin la posterior “bajada a tierra”. Hay que hacerlo posible, viable, coherente, funcional, ergonómico, económico, fácil, y muchas más cosas. Por último, lo ponemos a prueba, sometiéndolo a análisis por parte de todas las partes implicadas, cliente, proveedores y técnicos. Es importante asumir que el proyecto está SIEMPRE VIVO. No puedes dar nada por zanjado, todo es susceptible de evolucionar incluso con el proyecto ya entregado, incluso con la obra en marcha. Y si, esta es la metodología que enseñamos a nuestros alumnos, dado que es la nuestra, la que empleamos con nuestros clientes desde hace casi 20 años.

Sobre Imadde Insenia…

Zona de paso de Imadde Insenia.
Imadde Insenia.
¿Cuál es la diferencia principal entre Imadde Insenia y el resto de escuelas de diseño? Somos un escuela pequeña que se niega a ser grande. Para nosotros sería muy fácil comercializar cursos online y así no tener límites en la matriculación de nuevos alumnos; pero no queremos eso. Queremos conocer a cada uno de ellos, saber su nombre y su historia, conocer sus dificultades y ayudarles con ellas. Queremos que nos conozcan también, que sepan que somos una empresa familiar llevada con mucho cariño y empeño. Odiamos la expresión “No es nada personal, solo son negocios”. Para nosotros nuestro negocio es personal, nuestros profesores son personas, nuestros alumnos son personas y nuestros proveedores también. Creemos firmemente que se puede prosperar siendo buena gente y así se lo transmitimos a nuestra comunidad educativa. Esta característica hace que nuestros alumnos sigan acudiendo a nosotros en busca de ayuda incluso años después de haber terminado su formación, porque saben que les atenderemos, y que lo haremos con una sonrisa, encantados de verdad de poder ayudar en lo que podamos. No le ponemos puertas al campo, no ponemos límites, por eso nuestro grupo de ex-alumnos se llama “Alumnos para Siempre”. ¿Qué consejo das a tus alumnos cuando terminan uno de vuestros cursos y va a comenzar su andadura profesional? Hay varios. Uno es “Si no te diviertes, lo estás haciendo mal”. Otro, “No regales tu trabajo” y por último “No pierdas de vista que el diseño debe estar al servicio de toda la sociedad. Si tu trabajo perjudica a alguien deja de ser un buen trabajo.” Con estos tres aseguras tu felicidad, tu economía y tu compromiso social, ¿Qué más hay?
Alumnos de Imadde Insenia en una fiesta de graduación.
Alumnos de Imadde Insenia.
Y, por último ¿qué consejo le darías a los lectores de Marcando la Diferencia para que su camino hacia el mundo del Interiorismo Comercial sea exitoso? Mi consejo es que para tener éxito hay que formarse, practicar, seguir formándose y seguir practicando sin cesar. ¿Cuando podrás dejarás de estudiar? Nunca. Nuestra profesión requiere una formación continuada, aunque no sea de carácter formal. Cada nuevo encargo precisa necesariamente de un aprendizaje previo relativo a la actividad de nuestro cliente, su historia, su producto, su competencia. Por lo tanto lo más importante es “aprender a aprender”, conocerse, organizarse y no dejar de ser feliz con lo que haces para que no deje nunca de ser divertido. ¡Facilísimo!   Pues sí, fácil y divertido, ¿qué más podemos pedir? Desde aquí quiero agradecer de nuevo a Carlos su colaboración. Sus palabras son muy motivadoras y estoy segura que te ayudarán a marcarte objetivos y a coger fuerzas para seguir. Si crees que ha quedado alguna pregunta en el aire o tienes curiosidad por saber algo más sobre Carlos o Imadde Insenia, deja un comentario y responderemos con mucho gusto.
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