Cuando Irene y Santi se pusieron en contacto con nosotras ya tenían claro el tipo de clínica dental que querían. Esta iba a ser su 3ª clínica y querían posicionarla en un nivel distinto a las otras 2. Querían acoger a otro tipo de paciente, por eso querían diferenciarla con otro nombre, otro logo, otro estilo. Querían ser la clínica de referencia en tratamientos de estética dental.

Antes de seguir, quería comentarte que si te gusta este post y quieres entender mejor el proyecto, te recomiendo que también leas «La experiencia de cliente en la Clínica Dental Esteve Bernabéu» cuando termines éste. Y, ahora sí, voy a explicarte el proyecto de interiorismo de la Clínica Dental Esteve Bernabéu. 

La distribución de la clínica

Las necesidades fueron específicas: 1 box donde recibir a las primeras visitas y poder atender a los nuevos pacientes, 2 boxes independientes y 1 box «múltiple» para los paciente de ortodoncia. La sala de espera debía ser grande y estar un tanto alejada de la recepción para cuidar la confidencialidad de los pacientes y, el resto, (según) similar a las necesidades de cualquier clínica dental: sala de rayos x, sala de esterilización, aseo para pacientes, un despacho, una zona de vestuario para los trabajadores y la «sala de máquinas». Ya podemos comenzar a trabajar la distribución.

Así escrito parece fácil «encajar» todos estos espacios en un local de 180 m2, la dificultad aparece cuando sabemos que, para que una persona se sienta a gusto en un espacio, la luz natural juega un papel importante y, en una clínica dental, donde se trata con la salud de las personas, este requisito es fundamental.

«En paralelo al trabajo de distribución del espacio, vamos trabajando el concepto de diseño, “la idea feliz” entorno a la que va a girar el diseño.»

Tras enfrentarnos a este primer reto, conseguimos una distribución con la que la sala de espera, la de recepción y todos los boxes excepto uno, recibieran luz natural. Y no nos conformamos con que hubiera un box sin aperturas al exterior, así que decidimos solucionar el inconveniente abriendo un hueco para una ventana que, aunque no diera directamente a la calle, recibía luz natural a través del pasillo.

Sé que a veces parecen cosas un tanto absurdas, pero la parte subconsciente del cerebro tiene su particular forma de procesar la información que percibe y, para él, la diferencia entre estar en una sala totalmente cerrada o estar en una sala con una ventana (aunque sea alta para preservar su intimidad) es abismal. La ansiedad ante un tratamiento relacionado con la salud, se ve reducida o anulada cuando el paciente no se siente encerrado.

Una idea con olor y sabor

En paralelo al trabajo de distribución del espacio, vamos trabajando el concepto de diseño, «la idea feliz» entorno a la que va a girar el diseño.

Hacemos el trabajo correspondiente: estudiamos al cliente objetivo de esta nueva clínica dental, analizamos las clínicas dentales de la zona que podrían ser competencia directa de Esteve Bernabéu y ponemos el foco en los valores que tiene que transmitir la marca para poder posicionarse donde Irene y Santi se habían propuesto.

En este momento, no sólo pensamos en el espacio a diseñar, sino que trabajamos en global sobre las sensaciones que queremos que cada paciente sienta cuando tenga contacto con la marca. Pensamos en los 5 sentidos: vista, tacto, olfato, gusto y oído, para crear una experiencia de cliente completa, donde todos los cabos estén atados y tengan un único objetivo: hacer que el paciente viva una experiencia memorable, que le fidelice y lo convierta en fan. Así es como se genera el efecto boca a oreja.

Es entonces cuando «vemos la luz» y el punto en el que todos los caminos se cruzan. Es ese momento en el que lo ves todo claro y sabes que la conclusión a la que has llegado (después de dar muchas vueltas) es la definitiva, porque todo encaja. Doctores jóvenes, guapos y alegres que hacen tratamientos innovadores, cuidando de pacientes jóvenes, instagramers, que quieren aprovecharse de los últimos avances tecnológicos tanto si hablamos del móvil o de otras tecnologías, como si hablamos de la estética.

Entrar a esta clínica dental tenía que ser muy agradable, con un ambiente fresco, y cálido a la vez. Como cuando te encuentras en mitad de un campo de limoneros durante un día soleado, y la leve brisa hace llegar a tu olfato el olor sutil de los limones.

Con el concepto claro, la distribución definida y la identidad visual diseñada y aceptada por los clientes nos ponemos a trabajar en el diseño del espacio y, en paralelo, en el diseño de la experiencia del cliente para no dejar nada al azar: queremos que lo que el cliente viva y sienta en esta clínica siempre tenga el mismo aroma, el mismo sabor, el mismo «tono».

Sobre los aromas, olores, música y detalles inesperados que definimos para este negocio te hablo en «La experiencia de cliente en la clínica dental Esteve Bernabéu». Hoy voy a centrarme en el espacio, tanto el interior como en la fachada, empezando por la recepción.

Cada sala tiene un peso importante en una clínica dental, pero la zona de recepción, el primer punto de contacto físico del cliente con la marca, es primordial. Este espacio está ubicado dentro de un cubo abierto. Queremos que el paciente sepa que es bien recibido siempre, y a la vez se sienta protegido, como en un espacio reservado.

Colores y materiales que transmiten emociones

Nos centramos en escoger materiales que transmiten cercanía como las maderas, higiene y limpieza como el mármol blanco. Y, combinamos colores que hablan de seriedad y profesionalidad como los grises, con el amarillo limón que le da el toque de frescura y juventud.

Las líneas rectas y la ausencia de ornamentación reflejan la modernidad que se mezcla con algunas curvas en las puertas o huecos de paso, aportando familiaridad, evitando que los espacios se conviertan en fríos y desolados.

El mobiliario, formado por sillas y bancos de obra, es de líneas sencillas y tonos neutros.

En la sala de espera, igual que en algunas zonas del interior de los boxes, el pavimento porcelánico de mármol se combina con un porcelánico imitación madera, aportando ese toque de calidez que ayuda a relajarse cuando se está a la espera de un tratamiento relacionado con la salud.

En el interior de los boxes, el mobiliario de trabajo y almacenaje se ha diseñado a medida y lacado con el color corporativo, de forma que todos los espacios «hablen el mismo idioma» y reflejen los valores de la marca.

La guinda del pastel la ponemos con la luz, con líneas rectas y discontinuas, generando cierto dinamismo y provocando que se intuya la innovación en los tratamientos.

Una vez tenemos el diseño del interior, solo queda trasladarlo al exterior para que, desde la calle, ya pueda percibirse «el sabor de boca» con el que sales de la clínica dental Esteve Bernabéu: innovación, calidad y frescura.

Si te apetece ver más imágenes y conocer otros datos de este proyecto, puedes verlo en la página de portfolio de la «Clínica dental esteve Bernabéu». También, como te dije al principio, te animo a que leas «La experiencia de cliente en la clínica cental Esteve Bernabéu». Y, si quieres aportar algo, puedes dejar un comentario aquí abajo, estoy deseando leer tu opinión 😉